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Los vinos varietales, otra forma de entender la cultura vitivinícola |
La cultura del vino tiene muchos matices que la hacen distinta del resto de aficiones. Uno de ellos es el referido a la composición de los caldos. Años atrás, cuando la procedencia del vino era el activo más importante para destacar su valor, no se tenían en cuenta las variedades de uva utilizadas para confeccionarla. En cambio, ahora sí que se valora más este último apunte. La razón es que gracias sobre todo a los vinos procedentes de América, los llamados vinos varietales han conseguido un gran protagonismo.
¿Qué es un vino varietal?
Los vinos varietales son aquellos que han sido elaborados con una sola cepa de uva. Es decir, el vino en su totalidad ha sido compuesto por una misma variedad de uva. En los últimos tiempos, a pesar de todo, también se han aceptado como vinos varietales aquellos en los que una variedad supera el 80-85% de su composición.
A pesar del auge de este tipo de caldos, la gran mayoría de vinos siguen produciéndose a partir de dos o más variedades de uva. La cultura vitivinícola europea siempre ha defendido esa filosofía, que se ha transmitido al resto del mundo debido a la gran influencia de las bodegas europeas en el contexto internacional. Esta creencia, que ahora comparte protagonismo con la defensa de los vinos varietales, está relacionada con el origen geográfico del vino. Y es que años atrás, se daba mucha importancia al lugar de procedencia del caldo, más que a los tipos de uva utilizados. De ahí las tan conocidas Denominaciones de Origen.
En cambio, durante las últimas décadas del siglo pasado, las bodegas del continente americano comenzaron a diferenciarse de las europeas ofreciendo a los consumidores los ya mencionados vinos varietales. Gracias a una publicidad agresiva, en poco tiempo lograron cambiar las preferencias de muchos consumidores habituales de vino. Estos ya no sólo se fijan en el origen geográfico para escoger un caldo, ahora lo hacen también fijándose en las variedades de uva que han sido utilizadas para elaborarlo.
Por eso, todas las grandes bodegas europeas han tenido que adaptarse a esta nueva tendencia. Ahora no sólo hacen vinos a partir de distintas variedades de uva, sino que también han añadido entre su oferta vinos varietales.
Ambos caldos pueden ser de excelente calidad, aunque si una ventaja tienen los vinos genéricos (o no varietales) es la posibilidad de mezclar las cualidades de distintas uvas. Una de esas cualidades puede ser la de aumentar la longevidad del vino, o mejorar su resistencia a determinadas condiciones climáticas. Por suerte, en la actualidad este último punto no presenta grandes problemas gracias a la existencia de vinotecas especializadas en la conservación del vino.
En definitiva, la cultura vitivinícola es compleja y a la vez apasionante, por eso conocer todos sus entresijos es importante para valorar en su justa medida cada producto.