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Burning out Sindrome de agotamiento Profesional (overload syndrome) |
Sindrome: Caracterizado por falta de energía y de satisfacción con el trabajo, actitud negativa, sujetos emocionalmente exhautos, resistencia a las enfermedades disminuida, incremento del ausentismo, pobre performance laboral, aislamiento social dentro del ámbito laboral y fuera de él.
Fue descrito en 1974 por el psiquiatra Freudemberg, en Nueva York. Observó que al año de trabajar, la mayoría de los voluntarios que atendían a toxicómanos sufría una progresiva pérdida de energía, hasta llegar al agotamiento, síntomas de ansiedad y de depresión, así como desmotivación en su trabajo y agresividad con los pacientes.
La psicóloga social Cristina Maslach, estudiando las respuestas emocionales de los profesionales de ayuda, calificó a los afectados de “Sobrecarga emocional” o síndrome del Burnout (quemado), caracterizándolo como “un síndrome de agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal” que puede ocurrir entre individuos que prestan asistencia a personas.
Es una afección laboral, que afecta a trabajadores que atienden al público o tienen exigencia de plazos exigüos para cumplir. Siempre se está en presencia de condiciones de exigencia elevada, crítica y continua. Otro factor presente es que el sujeto no puede administrar la exigencia, la cual le es impuesta por la Institución.
Afecta particularmente a médicos y enfermeros, pero también puede afectar a docentes, editorialistas (tiempo límite para presentar artículos) y a policías que tengan que tomar decisiones que implican la vida o la muerte de personas.
En el caso de los médicos y personal de enfermería, el sustrato es la exigencia de cuidado para con los pacientes, y el riesgo de vida que dicho cuidado implica. Ésto genera el Burning-Stress característico del sindrome que desencadena el proceso.
El burning-stress no es la única causa del sindrome burning out, pero es el factor desencadenante de la crisis del mismo.
Los factores más específicos a la hora de tipificar el burning stress son:
la demanda permanente no manejable, por parte de los pacientes. Ocurre cuando los profesionales están sujetos a continuas peticiones de atención (demandas) por parte de los pacientes, siendo ésta modalidad la forma habitual de atención. Normalmente cualquier actividad está estructurada, organizada y pautada, sin embargo, en ocasiones se puede alterar dicho esquema, tal el caso de cuando suceden urgencias o emergencias. Sin embargo, el sujeto afecto del burning-stress está casi permanentemente sometido a dicha situación. Ya no es una situación eventual, sino que se presenta todos los días o frecuentemente durante la semana. El profesional lo vive como un soldado en una trinchera, esperando el próximo ataque del enemigo.
El no poder desconectarse de su actividad fuera del horario normal de trabajo como sucede con los médicos, hace que no se relajen en ningún momento, favoreciendo la progresión del sindrome. El teléfono se transforma en un factor sorpresa permanente, solamente por el hecho de sonar, aun cuando la llamada no tenga que ver con su trabajo. LLega un momento en que los médicos temen ir a tomar una ducha por la posibilidad de ser convocados para atender pacientes por los cuales ellos temen por su vida.
Tener la mente ocupada con los pacientes de mediano y alto riesgo, fuera del ámbito laboral, es un síntoma de burning-stress instalado. El profesional no puede desvincularse de la idea de peligro que corre el paciente. Mientras más pacientes que él atienda, estén en esa situación su vida personal fuera del ámbito laboral comenzará a deteriorarse progresivamente. Un caso típico son los profesionales que se desempeñan en áreas críticas, pero se extiende a toda aquella actividad profesional en la cual las decisiones involucran la vida o la muerte del paciente.
El nivel de exigencia del público es otro factor a tener en cuenta. No es lo mismo un paciente colaborador con la actividad del profesional que lo atiende a otro que concurre a volcar sus conflictos en la atención.
También juega un rol el grado de obsesividad de algunos enfermos por su condición psíquica (neurosis, psicopatías, psicosis)
Un factor aparte de desgaste lo constituyen quienes sufren de enfermedades graves como cánceres, enfermedades terminales, etc.
Síntomas: el principal es la sensación de estar enfermo, pérdida de la memoria, desorganización del pensamiento, sensación de injusticia, agresividad, conflictividad con los miembros del equipo de trabajo, aislamiento, pérdida de energía vital.
Se quejan a menudo que el trabajo es pesado y que se sienten dolorosamente vacíos en él. Experimentan la sensación de que la gente a la que atienden le drenan energía y los vacían de la misma. Finalmente sienten que su entusiasmo decayó al punto de que sus fuerzas están ya secas.
El trabajador siente que tiene exceso de trabajo por unidad de tiempo, que está mal pago acorde a los riesgos y responsabilidades que está expuesto. Esto lo lleva a sentir deseos de evadirse, comienza a detestar las reuniones laborales y a sentir rechazo por las exigencias de las personas a las que atiende. Se experimenta una progresiva perdida del idealismo y de energia como resultado de las condiciones laborales.
Es común el conflicto dentro de un equipo de trabajo: enfermeros contra médicos, asistentes sociales contra psicologos, psicologos contra médicos.
El cortocircuito es contagioso, se transmite de un paciente a un miembro del equipo, de éste a otro y así se generaliza.
Como el fuego, el tener motivaciones laborales elevadas que contrastan con las posibilidades reales de realización, conduce al burning syndrom.
Se comienza por una disminución de la motivación para luego verla cesar por completo, es el estadío final del burning out.
El sindrome día a día crece o decrece según las experiencias cotidianas, no es un cuadro de nivel constante, al igual que el fuego se modifica permanentemente. La motivación es un elemento clave a monitorizar, cuando la msima decae, es un signo de alarma de progresión de burning sindrome.Nadie es inmune al burnout. Cualquier persona en cualquier profesion en cualquier nivel es candidato.
Las consecuencias, son:
1. Para el trabajador: suicidio, depresión, aislamiento, infartos, accidentes cerebrovasculares, somatizaciones, sensación de frustración, desconcentración, bajo uso de su potencialidad, abandono de la profesión o del trabajo, licencias prolongadas.
2. Para el paciente: relación médico paciente frustrante, ineficaz y potencialmente dañosa.
3. Socialmente: fuerte desconfianza y choques con los efectores de la Institución.
Causas:
a) Gran entusiasmo inicial y aspiraciones nobles al comienzo del ciclo laboral, enfrentadas con un sistema exigente, desorganizado, carente de recursos que le impide al profesional alcanzar los objetivos que se propuso. Peor aún, vé como progresivamente los mismos se van alejando. Al comienzo, su trabajo parece perfecto, la solución a todos sus problemas, usted pone grandes esperanzas y expectativas.
Más que trabajar en él el trabajador querría hacer cualquier cosa, pero debe tener cuidado. Se acaba de convertir en el candidato al más insidioso y tragico sindrome, el burnout o agotamiento profesional, que es un estado de agotamiento físico, emocional y mental causado por una expectativa no realista e ilusoria acerca de los objetivos que lograría con su trabajo.
El potencial del burnout se incrementa dramáticamente dependiendo de cada persona, de sus características, de dónde trabaja y que clase de labor hace.
Si la persona es un duro trabajador que dá más del 100% de sus fuerzas, que como un idealista piensa que cualquier cosa es posible, es un seguro candidato a enfermar.
También si es un perfeccionista con estandares poco realistas y expectativas altas. En un trabajo con escasos o nulos reconocimientos y pocos premios por trabajos bien hechos y particularmente con contacto con el publico o exigentes fechas límite para presentación de labores, las personas están en condiciones de transformarse en afectos al sindrome burnout.
El camino al burnout está plagado de buenas intenciones. No hay nada de erróneo en ser idealista, un duro trabajador, perfeccionista o automotivado, tampoco hay nada de malo en tener altas expectativas y aspiraciones.
En su lugar, hay hechos irreales que son los villanos: la desorganización institucional, la carencia de recursos, la falta de reconocimientos y premios, los descansos inadecuados, la falta de relevos en los cuidados de pacientes en él ámbito Salud.
Una aspiración laboral poco realistica y expectativas que condenan a la frustación son frecuentes. La personalidad proclive al burnout es aquella que mantiene el esfuerzo con gran intensidad hasta que se estrella contra la realidad.
b) Falta de criterio y de método para medir el éxito. El profesional siente injusticia por la forma en que se lo evalúa o simplemente cuando no se lo evalúa.
c) Baja retribución en relacion al nivel de instrucción, capacidad y responsabilidad
d) No existencia de posibilidad de carrera en su área de competencia
e) Masculinidad: es mayor la incidencia en sujetos de sexo masculino
f) Falta de soporte institucional: en forma aislada o en concurrencia con lo expresado en el punto a), es un elemento determinante en la causalidad y también desencadenante del sindrome.
g) Uso irracional de los recursos: el desempeño de tareas de riesgo con insuficientes recursos o provistos anacrónicamente es otra de las causas que confluyen con el punto a)
h) Incomprension institucional: el desconocimiento de las instituciones de éste sindrome o su conocimiento y deliberada ignorancia en su aplicación acelera notablemente la progresión del mismo.
i) A mayor capacitación, riesgo y responsabilidad, tanto mayor será la posibilidad de desarrollar el sindrome
Los estadíos previos al burnout constituido son:
1. la Luna de miel: su trabajo es maravilloso. Usted tiene abundante energía y entusiasmo y todas las cosas parecen posibles. Ama su trabajo y el trabajo lo ama a usted. Ud. cree que esto satisfacerá todas sus necesidades y deseos y resolverá sus problemas. Está deleitado por su trabajo, por sus compañeros y por la organización.
2. El despertar: la luna de miel se desvanece y comienza el despertar dándose cuenta que las expectativas iniciales eran poco realistas. El trabajo no es lo que usted creía y deseaba. No satisface sus necesidades, sus compañeros y la institución no son tan perfectos como creía y los premios y reconocimientos escasean. La desilusión crece, todo se vuelve confuso, algo anda mal, pero no puede darse cuenta de qué. Típicamente, su trabajo se vuelve más duro como para que sus sueños se hagan realidad. Sin embargo trabajando más duro no cambia nada y usted se vuelve progresivamente cansado, aburrido y frustado. Se cuestiona su capacidad y habilidad para revertir su autoconfianza en baja.
3. Brownout: su entusiasmo inicial y energía se encaminan hacia una fatiga crónica e irritabilidad. Cambia sus hábitos de comida y sueño y se deja tentar por conductas escapistas tales como sexo, bebida, drogas, fiestas o compras en shopings. Se torna indeciso y su productividad cae. Su trabajo se deteriora, los compañeros y superiores suyos le hacen comentarios.
A menos que se interrumpa, el brownout se desliza hacia etapas avanzadas, progresando la frustación y enfado y proyectando la ira y dificultades contra otros. Se torna cínico, aislado y abiertamente crítico a la institución donde trabaja y a sus superiores y compañeros de trabajo. Está acosado por la depresión, ansiedad y enfermedades físicas. Las drogas y el alcohol son un problema frecuente.
4. Burnout, escala completa: A menos que despierte de éste tormento e interrumpa el mismo o alguien intervenga por usted, el brownout camina sin rumbo hacia la profundización de ésta etapa. La desesperación es la característica dominante de ésta etapa final, la cual puede tomar varios meses habitualmente puede durar 4 años. Experimenta un sentimiento abrumador de fracaso y pérdida de la autoestima y autoconfianza. Se deprime y se siente solitario y vacío.
La vida parece sin rumbo y está paralizado. Hay pesimismo acerca del futuro. Piensa en renunciar y alejarse. Trastornos físicos y mentales son probables. El suicidio, los accidentes cerebrovasculares o ataques cardíacos no son infrecuentes cuando usted completa la etapa final.
5. La etapa del Fénix: Usted puede ascender como el ave Fénix desde las cenizas del burnout, pero toma tiempo.
Recomendaciones
para obrar inmediatamentePrimero que todo, necesita descanso y relax. No tome trabajo en su casa. Lo hará sentirse culpable de sentirse holgazán. Al volver a su trabajo, sea realista con sus expectativas, aspiraciones y objetivos.
Cualquiera que le hable de sus sentimientos puede ayudarle, pero sea cuidadoso. Reajuste sus objetivos y aspiraciones a las suyas y no a la de los otros. Haga un balance de su vida.
Invierta más en si mismo y en su familia y en las relaciones interpersonales, actividades sociales y hobies.
Diversifíquese y trate que su trabajo no vuelva a ser el centro de su vida, recupere su estima y autoconfianza.
Se debería:
1. Crear Departamentos de medicina preventiva con asesoramiento psicológico para profesionales con síntomas de burnout.
2. Cada 5-7 años de asistencia, otorgar al profesional unos meses fuera de la tarea asistencial, para formación continuada reglada, para desintoxicar de asistencia y aumentar su competencia ,lo que aumenta su motivación.PUNTOS CLAVE EN LA PREVENCIÓN DEL BURNOUT
1. Proceso personal de adaptación de expectativas a a realidad cotidiana.
2. Formación en emociones.
3. Equilibrio de áreas vitales: familia, amigos, aficiones, descanso, trabajo.
4. Fomento de buena atmósfera de equipo: espacios comunes, objetivos comunes.
5. Limitar a un máximo la agenda asistencial ,
6. Tiempo adecuado por paciente: 10 minutos de media como mínimo.
7. Minimizar la burocracia con apoyo de personal auxiliar.
8. Formación continuada reglada, dentro de la jornada laboral
9. Coordinación con la especializada, espacios comunes . objetivos compartidos.
10.Dialogo efectivo con las gerencias.(http://www.diezminutos.org/documentos/burnout/prevenir.html)
ETAPAS:
Edelwich e Brodsky identificaron 5 etapas:
el entusiasmo, hay disminución del entusiasmo en la actividad profesional
el estancamiento, con el entusiasmo disminuído la persona no ha logrado recuperarlo luego de varios ciclos en que si lo logró.
la frustracion, estancado, experimenta el alejamiento de los objetivos generales de su plan de vida.
la apatia, deja de sentirse frustrado y experimenta una apatía a todo que resiente la actividad.
Intervención: se hace obligado por parte de la Institución donde trabaja la persona tomar una resolución con el profesional afectado.
La progresión de un estadío a otro puede no ser linear, pero siempre es cíclica o sea que si el afecto al sindrome experimenta recuperación tiende a la recidiva del proceso por persistencia de causas.
ESCALA DE MASLACH
1. Me siento emocionalmente agotado por mi trabajo
2. Me siento cansado al final de la jornada de trabajo
3. Me siento fatigado cuando me levanto por la mañana y tengo que ir a trabajar
4. Comprendo fácilmente como se sienten los pacientes
5. Creo que trato a algunos pacientes como si fueran objetos impersonales
6. Trabajar todo el dia con mucha gente es un esfuerzo
7. Trato muy eficazmente los problemas de los pacientes
8. Me siento "quemado" por mi trabajo
9. Creo que influyo positivamente con mi trabajo en la vida de las personas
10. Me he vuelto mas insensible con la gente desde que ejerzo esta profesión
11. Me preocupa el hecho de que este trabajo me endurezca emocionalmente
12. Me siento muy activo
13. Me siento frustrado en mi trabajo
14. Creo que estoy trabajando demasiado
15. Realmente no me preocupa lo que le ocurre a mis pacientes
16. Trabajar directamente con personas me produce estrés
17. Puedo crear fácilmente una atmósfera relajada con mis pacientes
18. Me siento estimulado después de trabajar con mis pacientes
19. He conseguido muchas cosas útiles en mi profesión
20. Me siento acabado
21. En mi trabajo trato los problemas emocionales con mucha calma
22. Siento que los pacientes me culpan por alguno de sus problemas
Preguntas correspondientes a cada escala:
Cansancio emocional: 1, 2, 3, 6, 8, 13, 14, 16, 20.
Despersonalización: 5, 10, 11, 15, 22.
Realización personal: 4, 7, 9, 12, 17, 18, 19, 21.
Existen tres subescalas bien definidas, que se describen a continuación:
1. Subescala de agotamiento emocional. Consta de 9 preguntas. Valora la vivencia de estar exhausto emocionalmente por las demandas del trabajo. Puntuación máxima 54
2. Subescala de despersonalización. Esta formada por 5 items. Valora el grado en que cada uno reconoce actitudes de frialdad y distanciamiento. Puntuación máxima 30
3. Subescala de realización personal. Se compone de 8 items. Evalúa los sentimientos de autoeficacia y realización personal en el trabajo. Puntuación máxima 48
Estas tres escalas tienen una gran consistencia interna, considerándose el grado de agotamiento como una variable continua con diferentes grados de intensidad,:
0 = Nunca
1 = Pocas veces al año o menos
2 = Una vez al mes o menos
3 = Unas pocas veces al mes o menos
4 = Una vez a la semana
5 = Pocas veces a la semana
6 = Todos los días
Se consideran que las puntuaciones del MBI son bajas entre 1 y 33. Puntuaciones altas en los dos primeros y baja en el tercero definen el síndrome.
Existen pocos estudios de campo en España sobre el desgaste entre los profesionales sanitarios. En casi todos ellos se llega a la conclusión de que el grado global de desgaste es moderado - elevado, siendo las facetas de cansancio emocional y falta de realización personal las mas afectadas.
Diversos estudios nos indican que cuanto mayor grado de control tienen las organizaciones, más aumenta la desmotivación que les puede llevar a casos de burnout. Por lo que para intentar que no aparezca este síndrome, las empresas deberían de adoptar las siguientes estructuras:
- Horizontal
- Descentralizada
- Con mayor grado de independencia
- Promociones interna justas
- Flexibilidad horaria
- Apoyo a la formación
Esta enfermedad con una clara presencia en el ámbito laboral, no esta reconocida por la legislación laboral española como patología, pero sí existe jurisprudencia al respecto, en concreto una sentencia de 12/2000 del Tribunal Supremo.
Lograr unas organizaciones sin burnout, es difícil, pero se debería trabajar para que esta enfermedad aparezca lo menos posible en nuestras instituciones y que no se convierta en una de las enfermedades profesionales del siglo XXI.
:Fuentes