.. | .. |
El CONSUMO DE SOJA Y SUS CONSECUENCIAS EN LA SALUD |
Especialistas en nutrición y bioquímicos analizaron con representantes de fundaciones donantes que llevan adelante y financian programas y proyectos en salud, los beneficios e inconvenientes de incorporar el consumo de soja, como alternativa para paliar el hambre en los sectores más carecientes.
El doctor Alejandro O´Donnell, director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), explicó que el problema de la alimentación, sobre todo en los niños menores de tres años, está referido a la deficiencia de hierro y de zinc; y no a la falta de proteínas, principal nutriente de la soja.
"El 50 por ciento de los chicos de entre 8 meses y 3 años en la Argentina están anémicos. El problema de la anemia pasa por la falta de ingesta de hierro y no por deficiencia de proteínas -advirtió O`Donnell- Por eso, debemos intensificar los programas de fortificación de alimentos en vez de ver a la soja como una panacea que solucionaría por completo el problema del hambre en la Argentina".
En tanto, la Licenciada Alicia Kossoy de la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (Aapresid) explicó que la propuesta de los productores de soja consiste en "dar lo que tienen" para cubrir en parte las necesidades de la población. "La idea es que esta iniciativa que se da con la soja se extienda a otros productores y que puedan centralizar y reorientar los excedentes de lo que producen" a comedores u organizaciones de la sociedad civil que lo requieran.
"La soja es un alimento más y se debe capacitar a la gente de cómo combinarla -opinó, por su parte, el nutricionista Sergio Britos. "Tampoco se debe reemplazar alimentos indispensables como son la leche y la carne", añadió.
Kossoy aclaró que las donaciones se realizan previa capacitación a los cocineros, y comentó que dentro de las recomendaciones de los productores se incluyen "evitar que los menores de dos años coman soja, consumirla dos veces por semana, y asociarla con otros alimentos".
Sin embargo, los participantes sostuvieron que la soja requiere de tiempo, energía y agua potable para su cocción, requisitos que, generalmente, los hogares más humildes carecen.
Al cierre del encuentro, los asistentes coincidieron en la necesidad de difundir entre la población un mensaje claro sobre el consumo de la soja y las claves de una buena alimentación, y por otro lado, brindar capacitación a los cocineros y a quienes compran alimentos para los comedores comunitarios. "En la emergencia es importante que los nutricionistas, las organizaciones no gubernamentales, y el Estado presten la asistencia técnica y capacitación a quienes gestionan comedores, para que puedan funcionar mínimamente de la mano de ciertos contenidos básicos de planificación nutricional -concluyó O`Donnell- y que las empresas puedan apoyar este tipo de iniciativas".