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El inglés Charles Darwin (1809—1882) tenía 8 años cuando empezó a interesarse por la variabilidad de las especies.
Contactado con naturalistas y geólogos, fue invitado a embarcarse en el "Beagle", que entre 1831 y 1836 dió la vuelta al mundo .
En Sudamérica comenzó a elaborar la teoría sobre la evolución de las especies. Le llamó la atención la manera en que animales estrechamente emparentados se sustituyen unos a otros conforme iba hacia el sur del continente.
En el archipiélago de las Galápagos lo intrigaron las ligeras diferencias entre ejemplares de la flora y la fauna de una a otra isla. Pronto se dió cuenta de que la selección era la clave del éxito del hombre cuando conseguía razas útiles de animales y plantas.
En 1859 publicó El origen de las especies.
Entonces explicó la selección en los organismos que viven en estado natural: si los seres vivos que descienden del mismo tronco tienden a diferenciarse a medida que se modifican, es porque "los vástagos modificados de todas las formas dominantes y crecientes tienden a adaptarse a los muchos y sumamente variados lugares por economía de la naturaleza".
Darwin llegó a la conclusión que las variaciones entre individuos de una misma especie son hereditarias, pero que en la lucha por la existencia sólo permanecerían las variaciones favorables.
En las sucesivas generaciones, los cambios favorables se acumularían, imponiendo un cambio gradual de las especies en función de una mejor adaptación a las condiciones de su entorno.
Durante un congreso de la British Association, en Oxford, en 1860, ante más de 700 expertos, el obispo local se erigió en vocero de los conservadores y burlándose de la hipótesis de que el hombre desciende del mono denunció que las teorías de Darwin eran "contrarias a la Revelación de Dios en la Escritura".
Muchos años después, corriendo el año 2000, la disciplina denominada Genómica comparativa al decodificarse el genoma de la rata, permitió conocer que resultó ser un 80% idéntico al del ser humano, afirmando con elementos irrefutables los principios enunciados por Darwin casi 140 años atrás.
Craig Venter, uno de los científicos que decodificó el genoma humano, dijo que el hombre conserva las estructuras genéticas de las especies anteriores a él, algo que ya había dicho Darwin en 1859. La evolución entre las especies, que quedó registrada en nuestros códigos genéticos como si fuera un gran archivo biológico.
El orden de los genes en el cromosoma X es 100 por ciento idéntico entre humanos y gatos. La aparición del hombre en la escala de la evolución (que lleva ya 4,2 millones de años) es tardía, se registró hace 100 mil años, nuestros genes están como consecuencia de ello en las otras especies del planeta, justamente porque venimos de esas especies.
Dr. Francisco Leandro Loiácono para Alfinal.com