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SURGIMIENTO DEL CUASI ESTADO DE CATALUÑA |
El proceso de formación y surgimiento del cuasi estado de Cataluña tiene sus orígenes fundados en el fuerte sentido de identidad que se generó con el pasar de los años, es decir, con la trayectoria histórica de la sociedad que conforma un pasado con raíces comunes.
A partir de esa formación base de determinado grupo que comparte una
cultura, es que se empieza a diferenciar del resto del Estado al que
pertenece. Hay ciertos factores que influyeron aun más en la arraigada
idea de la comunidad catalana de formar un estado nación independiente,
entre ellos:
• Los particularismos étnico-lingüísticos entran en contradicción con las
tendencias homogeneizadoras.
• Con la globalización y sus efectos la comunidad genera una reacción
ideológica en contra del vacío dejado por la crisis de la modernidad y en
respuesta al desarraigo producido por los intercambios sociales
transfronterizos cuyas consecuencias amenazan a la propia identidad del
sujeto.
A su vez esto coincide en ciertos puntos con la teoría propuesta por
Hobsbawm que establece que la construcción del nacionalismo nace partiendo
de atributos étnicos, territoriales, lingüísticos, religiosos y políticos;
pero cuando se construye el estado nación adquiere entidad el nacionalismo
como expresión del estado o su futura construcción. Por ejemplo, vemos que
históricamente, y hasta la consolidación del nacionalismo catalán como
movimiento político, el catalanismo defendió los valores culturales de
Cataluña y su autonomía respecto a España en el terreno político, pero sin
definir a Cataluña como "nación", y sin guiarse por los parámetros del
nacionalismo.
El catalanismo era regionalista, federalista o autonomista, y aspiraba a preservar la autonomía de Cataluña y el restablecimiento de sus instituciones y contribuía a construir un nuevo modelo de estado español descentralizado.
A pesar de que los nacionalismos contemporáneos se orientan más a la
protección de determinada cultura institucionalizada (que hace a la
construcción o defensa de un estado) que a cuestiones políticas; el caso
catalán muestra una profundización de ambas cuestiones. Por ejemplo en lo
que refiere a las cuatro administraciones públicas, con diferentes niveles
de responsabilidad y competencias políticas: la Administración General del
Estado de España, la Generalidad de Cataluña, las Diputaciones
provinciales -que desaparecerán con la entrada en vigor y despliegue del
nuevo Estatuto de autonomía-, y los Ayuntamientos municipales.
Por último vale rescatar que si bien Cataluña no ha logrado construir un
estado nacional moderno muestra una fuerte identidad cultural y
territorial revindicando su nacionalidad durante años y reclamando
históricamente amplios niveles de autogobierno. Actualmente la
“Generalitat” tiene competencia exclusiva en materias como cultura,
turismo o vivienda.
En otras áreas, como ordenación del crédito, banca y
seguros, le corresponde el desarrollo legislativo y la ejecución de la
legislación básica del Estado. Finalmente, en materias como propiedad
intelectual e industrial, le corresponde la ejecución de la legislación
estatal.